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domingo, 30 de noviembre de 2014

Poesía.




7) Amaneceres en la frente:

Comer, dormir, hacer tu trabajo
y maquillar la rutina.
Un par de sonrisas en el estado
y una mente que no camina.

El hábito, es el único que te brinda un abrazo.
Irritable comodidad que te ofrece.
Mientras te haces creer romper ese lazo,
entiendes que es lo que permites,
y no lo que mereces.

No esperes que te abran el techo,
para ver la luz de la oportunidad en la mañana.
Sal a la ventana y grita
por esa duda y miedo que escapa.

No hay mayor libertad, que saber que podrás decidir
qué hacer en el próximo minuto.
Simple y enorme motivo, para tomar las riendas,
sentirse grande y caminar con orgullo.




8) Delirios:

El mundo es de los locos, de los que se atreven,
de los visionarios, de los que aventuran.

La comodidad del alma, la homeostasis del cuerpo.
Y luego de lo que más orgullosos estamos, 
es de las locuras, que no nos hacen estar muertos.

La enfermedad de la pereza que da el confort,
Voluntario paso con vagueza, que luego te da la vida,
y es que desde abajo, no se ve bien la cima.

Entre etapa y etapa, siempre surge un valioso revulsivo,
algo que nos hace soñar, actuar y crecer,
y es que para morir, no necesitas más que estar vivo.




9) Algo más que el léxico:

Que el camino de nuestros ojos se cruce,
y ya tener suficiente como para escribir un libro.
Una luz cuando me miras que el sol no conoce,
y que pone nuestros días en un perfecto equilibrio.

Sentir la envolvente calma entre nosotros,
en la que hablándome, me hiciste recordar
estrellas, que nunca había visto.
Un hipnotizante baile de tus labios,
con los que moldeabas el aire,
y a los que sentía verguenza responder, 
por si las palabras,
no estaban a la altura del sentimiento.

Cuando 'con' y 'sin' ti son algo más que preposiciones,
cuando 'la' marca la diferencia respecto a 'una',
cuando me haces partícipe del sujeto en tus oraciones,
puedes estar segura, a ti no te hace sombra ninguna.

Esas ganas de querer cerrar los ojos,
y decir tanto en silencio a tu alma.
Que si todos estamos conectados, 
otra forma de quererte a ti, es quererme a mi,
amar esa parte de mi, donde tu siempre estás presente.

Un paseo otoñal, en ese día cálido, por esa calle dorada,
fruto del inicio del fin, del camino de las hojas.
No tener miedo, que si preocupación,
por ayudarte a quitarte el abrigo,
y que de repente, venga una ola de frío.
Y eso que muchos, persiguen quitarte la ropa,
pero pocos, dan a tu esencia cobijo.

Ese enamorarme de tus raices, y no de tus flores,
que me hizo de brújula en otoño,
una dirección en la que disfrutarte las 4 estaciones,
y echarle a los desvíos el cerrojo.

Que si hablamos de tesoros y cuantías,
no soy adinerado, soy enormemente rico
por respirar morada, en la calidez de tu compañía.
Y es que pase lo que pase, ten siempre presente,
que juntos, en algún momento fuimos poesía.


- IvanFMG -